domingo, 24 de julio de 2016

Sing me to sleep


Decidió finalmente ordenar el baúl de recuerdos. 

Con una mezcla de miedo y curiosidad (y flojera por sobre todas las cosas), comienza a sacar uno a uno los recuerdos.
Recuerdos de sus compañeras del colegio, regalos de su polola de turno. Dibujos hechos por sus sobrinos, fotos de su perro. 

Uno a uno los extrae, y con cuidado discrimina entre los que se deben volver a guardar de los que se deben eliminar.

Cuando concluyó, cerró nuevamente el cajón, pero en su cabeza sigue el recuerdo que no logra enterrar: una mezcla particular de espejos, sonrisas y gritos.

- Intentaré nuevamente el próximo domingo - se dijo.

Y con esa suave mentira, se durmió.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Domingos de mierda

 Le llega luz a la cara, despierta a medias. 'Debo cambiar de lugar la cama' se dijo, mientras seguía molesta por el sol en la cara, por el dormir interrumpido.Qué bueno que es dormir, cuando no se quiere vivir. Qué buenas son todas esas cosas, que están hechas exclusivamente para que los humanos dejen de pensar en lo miserable que son sus vidas: Trabajo, obligaciones, reuniones familiares, celebraciones anuales. Qué molesto es despertar cuando lo único que se quiere hacer es dormir y no despertar hasta la mañana del lunes, para volver a ir al trabajo.En días como hoy, agradecía tener que trabajar tanto. El trabajo es bueno, te hace pensar en otras cosas, y es el remedio perfecto cuando lo único que necesitas es dejar de seguir pensando, para tomar fuerzas que te ayuden a continuar viviendo. Finalmente pudo abrir los ojos plenamente, y cayó en la cuenta que era domingo. Rayos, cómo detestaba los domingos.  Los domingos en su niñez fueron algo bastante simple: la espera del lunes, y el consiguiente comienzo de la semana. Pero cuando llegó ella, el concepto de domingo cambió radicalmente, y en general, el de todos los otros días también: Cada día podía transformarse en algo especial, tan solo dependía de si ella quería hacerlo diferente.Así, a su lado una tarde de domingo se podía sentir como una noche de viernes por la cantidad de emociones que se podían sentir, como también una mañana de un domingo se podía sentir como vacaciones, esas largas vacaciones en que uno se desconecta de las preocupaciones, y hasta parece que deja de ser importante saber cuál día es.Sin embargo, nunca pudo cambiar completamente la percepción que tenía sobre las noches de domingo: siempre son planas, y es inevitable pensar que pronto será lunes, y que ya vuelve la rutina.Ha pasado tanto tiempo que ya ni siquiera sabe cuándo fue la última vez que supo de ella. Trata de recordar, y que saber que fue para su cumpleaños recién pasado, que le envió un email para desearle un buen día.¿O quizás fue el anterior?No lo podía decir con certeza, pero sí podía decir con certeza que hace más de 6 años que no la veía.Al tercer año de no verla, decidió que debía dejar de torturarse al mirar sus fotos una y otra vez, junto con esos viejos recuerdos de días felices, por lo que decidió guardar todos sus recuerdos en una caja, y se obligó a depositar en una alcancía $10.000 pesos cada vez que pensara en ir a recuperar las fotos.Suena a que es muy poco dinero con lo que s ecastigaba cada vez, pero tampoco fue sorprendente cuando al cabo de 2 años tenía suficiente dinero para cambiar su automóvil.Se decidió a levantarse de la cama, se tomó la pastilla de todos los días, se dirigió a la cocina: abrió el refrigerador, pensó en 3 posibles desayunos diferentes que se podría preparar con los alimentos que encontró, pero a fin de cuentas se dio cuenta que hoy no sentía deseos de tomar desayuno. Desalentada, se dirigió al patio, fue al rincón favorito (el que pensaba que a ella le habría gustado conocer alguna vez) y encendió un cigarrillo.Qué ironía, tener una casa tan grande solo por el placer de sentirse más sola. Se fumó el primer cigarrillo, el segundo. Se sorprendió al darse cuenta que ya iba por el tercero cuando se dio cuenta en lo que estaba pensando: Qué sería de ella.Es difícil recordarla con detalles, más cuando desde hace más de 3 años que no ve ninguna imagen de ella. La imagen que tenía guardada en su memoria empieza a flaquear, y ya no se puede hacer una descripción exacta, tal como pudo hacer tantas veces en otros tiempos mejores.Por la cresta, que son difíciles los domingos.Le da frío en los pies, se levanta, y entra nuevamente a la casa. Camina por todos lados, sin saber dónde ir ni qué hacer para hacer que ese día de mierda acabe pronto. Pasa por el garage, y ve su reluciente red indian, con tan poco uso que no pareciera que tiene ya casi 4 años. ¿Por qué me compré una moto? No tiene sentido tener una moto si no hay nadie que se preocupe porque te compraste una moto.De todas formas, ya nada importa mucho. Nada tiene sentido a estas alturas, ni mucho menos va a encontrar ahora respuestas que no encontró años atrás, cuando aún podría haberla recuperado.Se aburre de todo ésto, se dirige a su habitación. Cruza el umbral de la puerta, y cree haber sentido su olor. Se paraliza, cierra sus ojos y se permite volver años atrás, donde podría estrecharla entre sus brazos...
Vuelve a la realidad, se avergüenza de lo loca que se vuelve a veces. Se acuesta en la cama, se acomoda y cierra los ojos, teniendo solo dos cosas muy claras: Se quiere dormir, y no quiere despertar hasta que sea lunes, y sea hora de volver al trabajo.

domingo, 16 de noviembre de 2014

miércoles, 22 de octubre de 2014

viernes, 23 de noviembre de 2012

Esto era.

¿Crees que ésto es ... el principio o el final?

¿crees que alguna vez... seremos mejores que esa pareja del parque?


Nunca te explico. No te entiendo.
(No te puedo seguir haciendo ésto.)

domingo, 8 de julio de 2012

Andábamos sin buscarnos
pero sabiendo que andábamos
para encontrarnos

Julio Cortázar